martes, 27 de diciembre de 2011

SOBRE EL HABLAR BIEN...

SOBRE EL HABLAR BIEN Y OTRAS ESTUPIDECES DE LOS POLÍTICOS
Manolo Ramírez


...esos niños y niñas sacrificados bajo la durísima hacha de la inmersión en catalán sacan las mismas notas en castellano que los niños de Salamanca, Valladolid, Burgos o Soria, por no hablar de Sevilla, Málaga o La Coruña, porque allí hablan el castellano, efectivamente, pero a veces a algunos no se les entiende..., Artur Mas dixit.

A raíz de las recientes declaraciones del presidente del gobierno de Cataluña, el honorable Artur Mas, uno no puede menos que echarse las manos a la cabeza. ¿A santo de qué viene este hombre a decir, nada menos que en sede parlamentaria, quién habla bien y quíén lo hace mal? ¿Acaso apoya su afirmación en algún estudio reciente de algún especialista en la materia? ¿O se trata, más bien, de que quiere sentar cátedra desde su más supina ignorancia?
Como sabemos, la lengua escrita tiene una norma fijada primero por la tradición y luego en época moderna por una institución creada para ese fin. Así ocurre con la Real Academia Española que nace en 1713 y publica el Diccionario de Autoridades (1726-39)), la Ortografía (1741) y la Gramática (1771); obras todas ellas que se han reeditado posteriormente adaptándose a los nuevos usos de la lengua. Esto que decimos para el caso del español, vale para otras lenguas de nuestro ámbito occidental. Así, por ejemplo, sucede con el Institut d'Estudis Catalans, fundado a comienzos del siglo XX y cuya sección filológica cumple la función de academia de la lengua catalana y fija la norma del catalán escrito.
No sucede lo mismo para la lengua oral, que tiene variedades de uso. Así, según la situación donde se produzca la comunicación adoptamos el registro formal, como hace el Sr. Mas cuando habla en el Parlamento catalán; mientras que usamos el registro informal, cuando hablamos en casa o con los amigos. En segundo lugar, la lengua oral tiene variedades que tienen que ver con el nivel de estudios del hablante, de forma que un hablante con estudios superiores puede usar la lengua culta, mientras que otro sin estudios usará la lengua popular. Finalmente, la lengua oral tiene variedades geográficas porque a lo largo de su evolución histórica en unas zonas se han consolidado unos rasgos de pronunciación de los sonidos distintos a otras zonas. En el caso del español, estas variedades geográficas son dos y surgieron en los siglos XVI y XVII al tiempo que el castellano medieval evolucionó al español moderno tal y como lo hablamos hoy. Estas dos variedades dialectales son la variedad septentrional o castellana y la variedad meridional o andaluza, cuyas divergencias fundamentales estriban en la existencia de dos sonidos, ese y zeta, y la pronunciación palatal de la jota, en castellano; frente al andaluz, en donde existe un solo sonido ese, lo que originó (desde el siglo XVI, al menos) el seseo y el ceceo, y un sonido aspirado (como el inicial del inglés house) que ocupa el lugar de la jota castellana y el de la ese final de sílaba y palabra. Por cierto, que fue la variedad meridional o andaluza la que se llevó a América, debido a que fueron en un primer momento extremeños y andaluces en su mayoría los colonizadores. De ahí que sea la que usa la mayor parte de los hablantes de español hoy.
Estos tres usos de la lengua no son exclusivos del español, sino propios de todas las lenguas. Así, el catalán tiene un registro formal e informal; un uso culto y popular; y variedades geográficas debidas a la evolución histórica de la lengua, por ejemplo, el valenciano o el balear.
Pues bien, las distintas variedades de una lengua, español, catalán, etc., no impide la comunicación entre sus hablantes. Las lenguas se usan en sus distintas variedades para la comunicación, para el entendimiento de las personas y de los pueblos y no como arma política. En pleno siglo XXI, después de investigaciones irrefutables de insignes historiadores de la lengua como Menéndez Pidal o Rafael Lapesa, es hora de abandonar ciertos tics clasistas y, en cierto modo, totalitarios que intentan prestigiar unas lenguas sobre otras o ciertas variedades dialectales sobre otras, como ha sucedido con el andaluz frente al castellano, que hoy solo se sostiene, como en el caso de Artur Mas, únicamente desde la ignorancia.

lunes, 5 de septiembre de 2011

SANTANDER

En 1996 vine hasta aquí en tren en vagón de 2ª clase para asistir al curso de verano de la UIMP "Sirtes y escollos de la gramática española", impartido con su habitual elegancia por el recordado maestro don Emilio Alarcos. Me compré su recién publicada Gramática de la lengua española, que me dedicó junto a su mujer; años más tarde, mi hija María pintorrequearía la página, así pues, el libro está dedicado de forma triple. Había iniciado yo ese curso 95/96 los estudios de doctorado, justo cuando me concedieron mi segunda vacante en el IES Catedrático Pulido Rubio de Bonares (Huelva).
Ahora, que regreso a un curso para profesores de secundaria (en donde se aprende más bien poco, todo hay que decirlo), Santiago me fotografía en la puerta de la Pensión Cervantes, donde dormí entonces a mil pesetas por noche.
María, que ya escribe como poeta y lee con la claridad de la voz y de la mirada de su abuela, tiene "papitis": se llega hasta La Magdalena con su madre y su hermano y me sacan del aula. Y, claro, yo encantado de la vida.
Desde el Hotel Piñamar los echo de menos. Estarán en su apartamento de Prado de San Roque viendo plácidamente la televisión o, tal vez, contemplando desde la ventana la bahía escoltada por la cordillera bajo la atenta sonrisa de la luna.
¡Que durmáis mucho, amores míos!

jueves, 1 de septiembre de 2011

GOBIERNO MUNICIPAL VS COTO PRIVADO

Desde el almuerzo posterior a la lectura de mi tesis doctoral en 2008 no se me cerraba el estómago hasta el punto de impedirme comer. En aquella ocasión, por la emoción de ver el logro conseguido tras años de trabajo, dejé en el plato casi intacto un suculento medallón de solomillo de ternera. Hoy, cuando agosto se despide con unas gotas de lluvia, la tristeza e indignación. por el despido indiscriminado de varias decenas de trabajadores del Ayuntamiento de Lepe, no me deja comer unos sencillos chícharos con huevos. Mayormente, porque tamaña injusticia hace aflorar algunas lágrimas a mi mujer, que lleva más de 30 años trabajando en el ayuntamiento y no da crédito a lo que está pasando.
En las dos últimas legislaturas municipales se ha contratado a diestro y siniestro (es solo una frase hecha) a cientos de trabajadores sin ajustarse a la ley que obliga a que los puestos de trabajo públicos se oferten en igualdad de concurso a los ciudadanos. Ante tamaña injusticia nadie hace nada. Se han sobrepasado todos los límites en el nepotismo y el clientelismo político y nadie ha movido un dedo. Es vergonzoso, sobre todo, en el caso de la oposición socialista, cuyo papel es controlar que el gobierno actúe conforme a la ley.
Por lo que sé a día de hoy los despidos, más que a un ERE, se ajustan a una purga propia de regímenes totalitarios, de triste recuerdo. Se despide, en muchos casos, a personas que accedieron tras un examen a su puesto de trabajo y que lo desempeñan con solvencia desde hace años y no, por ejemplo, a los enchufados para buscar votos en las últimas elecciones municipales de mayo.
Ante este panorama tan indignante y descorazonador, uno no puede más que avergonzarse de vivir en un pueblo que mira para otro lado y que no defiende sus derechos democráticos conseguidos con tanto esfuerzo por las generaciones que nos han precedido.

miércoles, 9 de febrero de 2011

NOTAS DIDÁCTICA...

Hola a todas:
Acabo de publicar las notas de Didáctica de la diversidad lingüística en el tablón del dpto. Las fechas de revisión son el viernes 11 de 10 a 11 horas y el miércoles 16 de 10 a 11 horas.
Saludos.

miércoles, 5 de enero de 2011

TÁNGER

Por fin, después de varios años pensándolo, hemos "bajado al moro", como en la obrita homónima de Luis Martín Santos. La travesía por el Estrecho fue buena con leve viento de levante que apenas movía las azules aguas océano-mediterráneas. En el puerto de Tánger nos esperaba Mohamed con un folio que nombraba en letras mayúsculas a un tal SR. MANUEL RAMÍREZ ORIA. Subimos a su furgón Nissan propiedad de www.nortafrica.com y nos condujo al cercano hotel Continental de indudable planta musulmana, cuyos patios interiores nos recuerdan a la Alhambra.
La habitación 213 olía a ceniza porque contenía una pequeña chimenea y porque junto a la ventana otra soltaba humo de leña. A mi amor no le gustó el ambiente y en la recepción, el hombre mayor con indudables rasgos coloniales y en perfecto español, me la trocó por la 227, que era de planta nueva y con calefacción eléctrica.
Tras la ducha de rigor, salimos a la medina en dirección al zoco, pero el laberinto de callejuelas y la oscuridad de la noche tangerina hacía imposible la empresa si no es por un amable señor que nos condujo hasta la calle principal que sube atestada de gente hasta la Plaza 9 de Avril.
Allí paramos en el Cinema Rif, de inequívoca planta española como tantos edificios de la antigua colonia, donde tomamos té y café acompañados de una porción de tarta de melocotón. Aprovechamos para volver a euros 1.000 dinares en una de las múltiples oficinas de cambio, que había sacado de más en el cajero por un mal cálculo. De vuelta al zoco descubrimos el Café Centrale donde cenamos panini y crepé con cerveza sin alcohol por aquello de la religión. En el Centrale recalamos varias veces, además de por la simpatía de los camareros por su buena comidad y barata. En lugares desconocidos bien vale repetir si se acierta a la primera. Juani se enamoró del camarero, de porte de actor del Hollywood de los cincuenta, del cercano café Fingis en cuyo rótulo aparecía "desalluno" en lógica traducción andaluza.
En el Continental yacimos amorosamente hasta la llamada matutina a la oración. Recorrimos el paseo marítimo hasta la Estación del Ferrocarril y por 6€ nos plantamos en Assilah en un tren recién estrenado. Recorrimos su recinto amurallado por los portugueses en el siglo XVI y comimos en uno de sus múltiples restaurantes turísticos, donde nos sirvieron junto al cuscús varias cervezas con alcohol a escondidas y a precio de París. De vuelta a Tanger tomamos un taxi que nos llevó por 50 dh a las mismas puertas del hotel.
El último día subiendo a la fortaleza nos topamos con un lindo adolescente que nos acompañó por aquella parte de la medina durante toda la mañana y nos enseñó rincones que hubiesen pasado inadvertidos para viajeros noveles en aquellos lugares como nosotros. No obstante pudimos regatear el precio de unos regalos en uno de los innumerables bazares gracias a la simpatía de su vendedor.
Ya solo quedaba recoger las maletas, tomar el barco, montar al coche que nos esperaba en Tarifa y estar de regreso en casa, donde encontramos a hijos y nieto más mayores y contentos por el reencuentro.