domingo, 22 de agosto de 2010

LONDRES

En Londres es tan dificil encontrar una papelera en la calle como un papel en el suelo, es evidente que los ingleses saben guardar bien sus miserias. Es complicado tambien poner la tilde espa;ola al escribir o nuestra e;e en su teclado, mientras Maria espera paciente para seguir jugando.
Hemos visto mucho y bueno aqui y ahora toca volver al hogar. Antes tendremos tiempo de ver la catedral de San Pablo y the Tate Modern Gallery.
La experiencia supera con creces el viaje a Roma el pasado a;o e, incluso, la estancia en Paris en 2008, una ciudad de cuento de hadas. Con toda seguridad los ni;os le han dado a este viaje a Londres un color, un sabor y una alegria nuevos.

domingo, 1 de agosto de 2010

LA SUSPENSIÓN DE LA VERGÜENZA

Llega a mí la noticia de que la Ejecutiva Federal del PSOE ha suspendido de militancia de forma cautelar a todos los militantes socialistas de Lepe excepto a tres, qué casualidad. No a mí, desde luego, que me borré de militante en 2008 cuando escuché decir a José Blanco, a la sazón Secretario de Organización, que además de su sueldo mensual como diputado del reino, cobraba otros 5.000 € del partido, de mi cuota. En cualquier caso, me siento parte de esta historia porque soy miembro del portal de apoyo a María Bella Martín creado en Facebook .
Es vergonzoso que los partidos políticos de este país, que son parte fundamental de la democracia según la Constitución de 1978, sean las instituciones, junto con los sindicatos, menos democráticas, de forma que han devenido en una verticalidad similar a la de la dictadura de Franco, de triste recuerdo.
No ocurría eso en la Transición y los años siguientes. Uno recuerda con nostalgia cómo en la Casa del Pueblo discutíamos e introducíamos enmiendas a las ponencias de los congresos del partido. Como también recordamos con orgullo cómo instalamos un foco en la Casa del Pueblo para dar conferencias de prensa y que los ciudadanos estuvieran al tanto de las propuestas del partido. Eso, o invitar a los medios de comunicación a las asambleas, asistir a la presentación de candidatos de otras formaciones políticas locales, impedir que se utilizara el teléfono del ayuntamiento para gestiones del partido, velar, en fin, porque la oferta de empleo público del ayuntamiento se ajustara a la ley y no al nepotismo y al clientelismo que campan hoy a sus anchas aquí y en Pernambuco. Y todo ello, como responsable de comunicación de la Agrupación Local del PSOE, en un intento de democratizar la vida interna de la agrupación y de fomentar el servicio público y la honradez en la política local. Claro, que así me fue en mi carrera política...
Las cosas han cambiado mucho cuando llegaron los grandes sueldos y los cuadros dirigentes de los partidos se han convertido en auténticos ejecutivos, más propios de la empresa privada, que desde sus despachos de Madrid, Sevilla o Huelva dirigen el partido bajo la consigna del ordeno y mando sin tener en consideración a los militantes de base. A este cambio se le llamó, concretamente en el PSOE, la renovación.
He escuchado decir repetidamente a Alfonso Guerra que en los finales del franquismo descartó militar en el PCE porque no daba libertad a sus militantes, prohibían, por ejemplo, la lectura de algunos libros. Coincido con Guerra en su afán de libertad, en su amor por la poesía de Antonio Machado y, en general, siento admiración por su trayectoria política y personal.
Hoy, desgraciadamente, se ha vuelto a la época de las prohibiciones. Se prohíbe la creación de una plataforma en internet de apoyo a María Bella Martín, una mujer con una trayectoria en política local intachable de trabajo por los ciudadanos sin otros intereses personales. Se cierra el camino a una persona de valía, porque los partidos imponen a los candidatos de forma estelar, siguiendo los métodos del marketing, como acaba de ocurrir en Huelva.
Se aborta de esta forma en Lepe el cambio generacional de la Agrupación Local del Partido Socialista. Se cierra el camino a decenas de militantes ilusionados por trabajar por el pueblo en positivo, herencia de José Ángel Gómez Santana, que no debió de truncarse nunca.