martes, 6 de julio de 2010

POEMAS DEL ESCORIAL, 1

Llegué cansado
y me estabas esperando
como antes como siempre
tu semblante recatado
al pie del monasterio.

Se encendió entonces
los rescoldos de mi antiguo amor
y las letras de tu apellido
en la fachada del viejo hotel
dibujaron de nuevo
tu sonrisa de fortaleza.

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